Pocos elementos han cogido tanta fama en Vigo en los últimos años como el Dinoseto. Pero, ¿recordáis como saltó a la fama este seto que ahora comparte la zona principal de la cuidad junto a otro monumento tan emblemático como el Sireno? Aquí os cuento la historia de Dinoseto, un seto con forma de dinosaurio que pasó de ser repudiado a uno de los símbolos actuales en Vigo.
Todos los días de camino al gimnasio paso por delante del Dinoseto. Y lo observo ahí, parado en su trono del centro de Vigo. Y ahora con su cría adosada. Sigo mirándolo con la misma incredulidad que cuando esta historia empezó. Para los que no hayáis estado por Vigo recientemente, o no estéis al tanto de las aventuras surrealistas que a veces suceden en mi querida ciudad, os resumo este suceso que merece ser contado.
El seto que no era querido por sus vecinos.
Año 2015. Se acercan las elecciones en Vigo. Nuestro Alcalde decide entonces ponerse manos a la obra. Así que comienza a adecentar todas las calles de nuestra ciudad.
En Rosalía de Castro (calle de postín donde las haya) planta en las aceras alrededor de una de sus rotondas unos setos gigantes en forma de margarita. Y en el centro de la rotonda, se prevé colocar otro de mayor tamaño en forma de dinosaurio. Algunos vecinos de la calle, al conocer la noticia, se echaron las manos a la cabeza. La protesta vecinal comenzó en segundos. A nuestro Alcalde se le pusieron los huevos de corbata (con perdón de la expresión). Y por miedo a jorobar su inminente victoria por un simple seto, mandó retirar al dinosaurio. Afirmaban Caballero y su equipo que había sido un error de ubicación. Que el seto iba a ser vecino de Navia, no de Rosalía de Castro. Eso sí, las flores a juego se quedaron acompañando a un olivo con el que ya no hacían tan buena pareja. Y llamadme conspiranoica, pero todo el asunto olía a chamusquina.
De desterrado a seto influencer por la retranca viguesa.
Pero mientras unos se quejaban, otros ya habían empezado a distribuir diferentes memes y chascarrillos por las redes sociales. El tema se viralizó de forma estratosférica. En apenas un par de días el seto en cuestión era trending topic y tenía su propia página de Facebook. Así que Abel volvió a reaccionar rápidamente. Pasó de desterrar al Dinoseto a la periferia de la ciudad, a ubicarlo en el corazón de la misma. La Puerta del Sol fue su destino final. A ver qué vigués que se precie consigue situar su domicilio en pleno corazón de la ciudad casi sin mover un dedo.

Dinoseto consiguió más de 10.000 fans en Facebook en días.
Desde ese momento, Dinoseto pasó a ser centro de peregrinación. Parada obligada para cuanto selfie te lleves de Vigo. Y nuestro Alcalde lo ascendió a las alturas, lo convirtió en “Dinoseta” y nos confirmó que tendría descendencia en breve. Bueno, lo de breve fue un decir. Porque pasadas las elecciones dejó de ser una prioridad. El huevo se quedó petrificado debajo de las piernas de tan ilustre seto. Y a punto estuvimos de llamar a Iker Jiménez para que nos desvelase si el parto era de dinosauria o elefanta. Las supuestas tres semanas de gestación se convirtieron en un año. En Octubre de 2016 se anunció el alumbramiento a bombo y platillo.

Lo reconozco: yo también me hice un selfie con Dinoseto…
Nacimiento y celebración del vástago de Dinoseto: el Dinosetito.
El día después del nacimiento de Dinosetito, leía en un periódico local la noticia de tan ilustre acto. Que si este era el monumento más fotografiado de la ciudad. Que si el Concello piensa colocar hasta 15 más por todos los barrios y hacer una ruta “dinosetera”. Y que si el Alcalde dice que el dinosaurio se come a la Torre de Hércules. Pero aún quedaba lo mejor de todo ese reportaje en profundidad: las supuestas declaraciones de un turista de Birminghan quien, tras presenciar tremendo acto de inauguración (sí, de un seto diminuto) aseguraba desear que en su ciudad hiciesen algo parecido. A ver, en serio, ¿os imagináis estar de turista en una ciudad como, por ejemplo, Bruselas, y encontraros al Alcalde de la misma y a todos los medios de comunicación alrededor, inaugurando un seto? Pues eso.
Mis ojos se quedaron como platos tras leer semejante testimonio. Sólo podía pensar que esto de presumir de seto, en lugar de hacerlo de otros lugares importantes en Vigo como el Pazo de Castrelos, los castros de O Castro o las vistas desde A Guía, es surrealismo “made in Vigo”. O quizá sólo de quien lo fomenta hasta la saciedad.
Sea como fuere, lo que está claro es que esta breve historia del nacimiento de Dinoseto es un claro ejemplo de la retranca viguesa. Porque sí, otra cosa no, pero el humor lo sacamos hasta de debajo de las piedras. O de los setos.
Más lugares e historias que merece la pena conocer en Vigo

Mirador del Paseo de Alfonso XII
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- Y más sobre Vigo, sus lugares y su gente, lo tienes en nuestra sección Conoce Vigo, donde poco a poco iré creando contenido para que entre todos amemos todo lo bueno que esconde esta ciudad.
Pues a mí lo cierto es que me gusta, me
parece que es algo que no hace daño a nadie y simplemente decora y es gracioso. Si es cierto que no es tan frondoso no grande como el de Eduardo Manostijeras pero creo que le aporta una dosis de humor a esta ciudad. En cuanto a que no se fomentan otras zonas como el Castro etc no estoy de acuerdo, en la oficina de turismo a los turistas que llegan se les dice que pueden visitar y obviamente están Castrelos, el Castro, el Marco, Samil, etc. Yo creo que cada cosa es lo que es y que no se debe mezclar tocino con velocidad. Me ha gustado mucho como lo has redactado. Gracias.
Un saludo.
Hola Cayetana,
¡Gracias por comentar! Siento discrepar contigo. Cuando desde las instituciones se hacen eventos para celebrar alumbramientos de setos, se alaba como símbolo de la ciudad y se posa en fotografías varias más que en otros lugares de la ciudad, sí le estamos dando una importancia excesiva que no tiene. Y esto no es mezclar tocino con velocidad. Es decir claramente que se populariza lo menos indicado. De puertas para fuera, antes de venir a Vigo, esto queda mucho más en la impronta de la gente. Y estaríamos buenos si en las oficinas de turismo no se aconsejase otras zonas de visita además de Dinoseto. Pero creo que los esfuerzos de comunicación en promoción no tienen que hacerse sólo en destino.
Como momento cómico de la ciudad, anécdota e incluso como representante infantil o elemento que se pueda utilizar para ciertas dinámicas e iniciativas dirigidas, por ejemplo, a los más pequeños, lo veo estupendo. Pero que gastemos pasta y esfuerzos comunicativos en un seto con forma de dinosaurio, lo siento, pero no te lo compro.
Un saludo!!
Cada uno tiene su opinión, Cayetana: A mí esa escultura vegetal me hace daño a los ojos y me parece un adefesio que en en el mejor de los casos está totalmente fuera de lugar. Debería estar en algún jardín (Montero Ríos, Alameda, Navia…). No ahí en el medio de una plaza, sin venir a cuento. Además, en la Pza. de la Princesa, como si no fuera lo suficientemente bonita como para tener que “decorarla”.
Como chiste, hace mucho tiempo que ha dejado de tener gracia.