Esta semana había prometido a mis seguidores en redes sociales la propuesta gastronómica de mi última visita a unos de los restaurantes recién abiertos en mi queridísimo Vigo. Estaba tan segura de que todo iba a ir bien con esta visita, que hice la promesa antes de hincar el diente a uno de los, supuestamente, platos estrella de ese lugar.
Lo cierto es que esa expectación inicial a la llegada se convirtió en una decepción al salir. La visita a un supuesto restaurante especializado en un tipo de comida trajo a nuestra mesa ingredientes sin sabor, presentaciones que aparentan novedad pero que no aportan nada al plato y una atención demasiado inquisitiva, tan insistente que resultaba sospechosa. Salí con la sensación de visitar un lugar que es el vivo ejemplo del “quiero y no puedo”, de los que explotan una idea de moda sin tener las bases adecuadas para hacerlo.
Al principio pensé en continuar con mi propósito de escribir el post. Se trataba de hablar de un nuevo local gastro en mi ciudad, dando mi aportación de aquellas cosas que no me habían gustado, con la esperanza de que se pudiesen mejorar tras las primeras semanas tras el estreno. Pero las dudas llenaban mi cabeza cada vez que me paraba a pensar como arrancar mi nuevo post.
Tras unos días de reflexión y la ayuda de muchos de mis amigos y seguidores de Facebook (¡gracias a todos, parroquia!) lo tuve claro. Se trataba de pensar en el propósito inicial de cuando comencé el #ComemosenVigo: “Travi, tú haces propuesta gastronómica y no crítica”. Esa es la realidad. Empecé con todo esto por la rabia que me daba escuchar a muchos decir que en Vigo no se podía hacer nada, que apenas había posibilidades de ocio, vamos, que no era una ciudad para disfrutar.
Y yo sabía que sí, que detrás de las cocinas y las barras de muchos locales en mi ciudad ha habido y hay gente que se lo curra mucho, con grandes ideas y mucho talento en los fogones. Yo lo había disfrutado en mis propias carnes, y tenía la necesidad de lavar la cara de mi ciudad.

Arantxa Costas, una de las chefs de Vigo con las que me quito el sombrero
Así que creé la sección #ComemosenVigo de mi web, y allí fui almacenando todas aquellas experiencias personales que me fascinaban tras visitar algunos restaurantes y barras de mi ciudad. Después llegaron las medallas de Travi, y me sirvieron para mostraros en un pequeño mapa dónde se situaban mis lugares favoritos. Oro para los imprescindibles, plata para los aconsejables y bronce para aquellos que también puedes visitar si te sobra un hueco.

Las propuestas dulces de RuxeRuxe, un indispensable en la ciudad
Pero nunca ha habido hueco para los disgustos gastronómicos en mi web. Desde el principio se había tratado de proponer, no de criticar. Parto de la base de que todos, cuando visitamos una ciudad o pensamos qué hacer el fin de semana, buscamos “dónde comer en…” y no “restaurantes de los que salir pitando en…”. Además, sería tirar piedras contra mi propia idea inicial. Vamos, que flaco favor haría a mi #Vigomola si os cuento las desgracias acontecidas (que por cierto, han sido pocas).
Sé que algunos me habéis dicho que debería dar el nombre de ese local, o publicar post sobre los sitios que no me gustan. Pero sinceramente, yo no soy nadie para añadir un grano de arena más a la mala fama de ciertos locales. Ya ellos mismos sabrán salir del atolladero o cavarse su propia tumba. Todos los que acudís a mí preguntándome a través de la web o en mi página de Facebook, lo hacéis pidiéndome consejo sobre sitios a los que ir a cenar con los amigos, para una comida de empresa, una cena romántica… Vamos, que buscáis lo bueno de Vigo gastronómicamente hablando. Y así es como me siento satisfecha ayudándoos, tanto a vosotros, como a los que llevan bien las riendas de sus locales en Vigo.
Las críticas las dejo para otros, aquellos que profesionalmente tienen las bases, la experiencia y las ganas como para saber asestar las dagas. Por supuesto, estaré encantada de atenderos vía mail, Facebook o Twitter, contestándoos todas aquellas preguntas sobre cualquier local que queráis visitar en mi queridísimo Vigo. Y si alguno cree que cometo un error no publicando aquellos lugares que no recomendaría, quizá esta no sea precisamente la web que necesita…
Moito ánimo Travi. Suscribo completamente a túa reflexión. A seguir disfrutando e pasandoo ben.
Gracias Xose,
Costoume chegar ata ahí, non te creas 😉 De todas formas, o obxectivo do meu blog está claro dende o minuto 1, así que sen remordementos. Coidate!!